lunes, 11 de julio de 2011

28 Años (y medio), 28 Lecciones

En este momento de de transición de la persona que fui a la persona que soy, me di cuenta que el blog no es sólo para mis lectores, a veces escribo para mí.

Así que aquí me dejo estas notas… cosas que aprendí una y otra vez y no quiero olvidar.

No van en orden cronológico ni las aprendí en una situación en particular… son trozos de estos pocos años de vida.

  1. Para encontrarse, es esencial, primero perderse. Una y otra vez… uno nunca se encuentra para siempre.
  2. Puedo vivir en cualquier lugar del mundo, y estar bien. (Lo aprendí primero en EEUU, lo confirmé en India.)
  3. Lo único constante es el cambio (ya lo dijo Aristóteles)… Y es lo que nos mantiene vivos. Un poco de rutina también hace falta.
  4. Haber prestado algo no quiere decir que me lo van a devolver.
  5. Correr le hace bien a mi cuerpo, pero más que nada vigoriza a mi alma.
  6. Puedo hacerme amigos en cualquier lado… Al menos encontrar gente linda para acompañarse, con quienes caminar por un rato... o para siempre…
  7. Hay amigos por un tiempo, y los hay para siempre. Ambos son imprescindibles y muy queridos. Y en realidad, nunca sabemos bien quien es quien.
  8. Mis mejores amigos, son los hermanos que elegí. Y mi hermano, mi mejor amigo.
  9. Me puedo volver a enamorar, una y otra vez. De lugares, de momentos, y de personas. De la misma persona, o de personas distintas. Por unos días, o para siempre…
  10. Es lindo estar sola con mi alma. A veces me agrada más que estar con gente. Pero sólo a veces.
  11. Cada tanto, puede aparentar que voy a bajar los brazos… pero nunca me doy por vencida. Y esto no quiere decir que no sepa renunciar a ciertas cosas.
  12. Lo único que me duele perder… son las personas… (¡Para todo lo demás, existe MasterCard!)
  13. Los sueños se hacen realidad… y no hay vacio más grande que el vacio de sueños... (De paso comento que me acabo de hacer una listita nueva – ¡No asustarse!)
  14. No puedo vivir mi vida como si cada día fuese el último. Siempre tengo que dejar algo para después, porque sino el después me agarra vacía. Y los sueños más lindos de alcanzar, no se alcanzan en un día. ¡Ojo! tampoco tengo toda la eternidad.
  15. Existe el Chau, el Hasta Luego, y el Hasta Siempre. (De todas maneras, odio las despedidas.)
  16. Los regalos más lindos y valiosos no se elijen ni con los ojos ni con la mente... se elijen con el corazón. (Algunos regalos que así recibí: una piedra de la Isla del Sol, el Sol que me alumbra el camino, el llamado telefónico de un amigo despistado para mi cumpleaños, una receta de Leikaj de Miel, una lapicera con mi nombre grabado, entre otros.)
  17. Se puede tocar el corazón de la gente, pero no con las manos. ¡Así que tampoco se puede agarrar!
  18. Hay gente que me acompaña siempre, sea donde sea que estén mi cuerpo o mi mente (que no están siempre en el mismo lugar).
  19. No hace falta estar físicamente cerca o hablar todos los días con alguien para sentir que existe un vínculo indestructible (igual me siento mejor cuando mantengo el contacto con mi gente linda).
  20. No puedo esperar que la gente sea o se comporte igual que yo... ni tampoco quiero ser como el resto de la gente. Y así hay que quererse.
  21. Si mi corazón entiende, todo es posible. El problema ocurre cuando mi corazón trata de hablarle a mi razón… Pero al final se entienden.
  22. Puedo dar sin recibir. El universo se encarga del resto.
  23. No existen los héroes. Simplemente hay gente que tiene sueños un poco más ambiciosos. Pero todos los seres humanos tenemos la capacidad y habilidad de soñar y de hacer nuestros sueños realidad. Algunos también perseveran más que otros… Y otros simplemente tienen mejor marketing.
  24. Después de toda subida, hay una bajada. Y después de toda bajada, una subida. Esto se aplica a los caminos y a las montañas en general, y a la vida en particular.
  25. El universo nos da señales cuando más las necesitamos.
  26. La magia existe. Sólo hay que saber mirar (¿o saber sentir?)
  27. Creo en dios, soy religiosa. Y esto no tiene nada que ver con el judaísmo ni ninguna religión.
  28. Soy FELIZ. Siempre. Incluso en mis momentos de mayor llanto, cuando siento más angustia, impotencia o injusticia. Soy feliz, porque soy así y ya no sé ser de otra manera. (Honestamente, igual me gusto más a mi misma los días que estoy sonriente).

Inspirado en Iruya, Salta:










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