lunes, 11 de mayo de 2009

Hogar, Dulce Hogar

Después de 10 meses de bañarse con balde y luchar para decidir que comer entre tantas opciones de comida picante y aceitosa, por fin llegué a casa y me pude duchar en la ducha, con tiempo ilimitado de agua caliente. También desayunar mate con medialunas ricas y mendicrim, y cenar asado casero hecho por mamá... pero que los indios no se enteren que comí carne de vaca porque no me van a dejar entrar de vuelta a su país. Pero lo más importante de todo, son los mimitos matutinos de mamá, papá y Andrelo... que no se cambian por nada. Ahora a disfrutar de dos semanas en hogar dulce hogar! (Para los que no se dieron cuenta, quise decir: Estoy en Buenos Aires!)