miércoles, 9 de diciembre de 2009

Videito de mi Cumple

Mi Cumple - La Revancha!

Más allá de todos los planes y pronósticos, donde se estimaba que ya no iba a estar en India para mi cumpleaños número 27... Aquí estoy. Y por suerte, el 27 me agarro instalada en nuevo departamento (no tan nuevo, desde Enero que resido allí) y con horno eléctrico... Lujo total en un país donde solo se cocina en hornalla, no se come ensalada, y no se cocinan tortas en las casas...

Para mis fieles seguidores del blog, para mi cumple 26 me toco preparar chocotorta a causa de escasez de horno. Para los que nos conocen desde siempre, en uno de mis cumpleaños de chiquita toco ir a rescatar la torta del Citroen que fue remolcado por la policía por estar "mal estacionado" en frente de mi casa... Es decir, tener torta para mi cumpleaños nunca fue cosa fácil.

Por suerte, el 27 me dio oportunidad de revancha!!!

Ahora, toda aquella persona quien haya alguna vez cocinado una torta debe estar pensando que una vez que tenemos el horno, preparar la torta es tarea menor. Pero permítanme disentir: se equivocan. Especialmente cuando se reside en un país como India, se regresa a la residencia después de 1 mes de vacaciones y trabajo afuera de la ciudad, y se tiene un horno eléctrico... que todavía nunca se uso más que para hacer tostadas de pan!!!

Martes 8 de Diciembre, 19:45 horas
Diana se va de la oficina con misión comprar ingredientes para cocinar torta. Diana decide no pasar por su casa primero e ir directamente a los negocios por miedo a que cierren temprano.

Martes 8 de Diciembre, 20:00 horas
Diana llega con un amigo a un mini-mercado "Good Bakery" e intenta comprar todos los ingredientes necesarios. Diana consigue Harina, Azúcar, Nesquik, Crema, Manteca, Polvo Royal, Chocolate Amargo y Nueces.
Falta: Huevos (se compran en otro lugar)
Me di cuenta que necesitaba cuando ya estaba por llegar a mi casa: velas y tamizador de harina.

Martes 8 de Diciembre, 20:45 horas
Compro Huevos en la calle. Llego al mini-mercado número 2: "Spencer´s". No consigo ni tamizador de harina ni velas. Compro agua y pan.

Martes 8 de Diciembre, 21:05 horas
Llego al negocio de utensilios de cocina. Consigo Tamizador de harina. Faltan velas.

Martes 8 de Diciembre, 21:15 horas
Almacén del barrio. Consigo velas. No falta nada...

Martes 8 de Diciembre, 21:30 horas
Hogar dulce hogar. Empiezo a acomodar los ingredientes sobre la mesada. Busco la bandeja para hornear...

Noooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!! La torta no entraaaaaaaaaaa!!! Yo pensé que era más grande! Auxilio!!! Salimos yaaaaaaa a comprar bandeja de hornear. Son las 22:00 horas.

Martes 8 de Diciembre, 22:00 horas
Salgo corriendo.
Negocio de artefactos: cerrado.
Negocio de artefactos 2: cerrado.
Mini-mercados: cerrados.
Good Bakery: ABIERTO!!!! Me atiende el dueño muy bien, hace todos los intentos por ayudar, pero noooooooo.... no tienen bandeja del tamaño apropiado :-(
Ritz (Restaurant y Panadería): Nada

Conclusión: soy hija de ingeniero... algo vamos a ingeniar.

Martes 8 de Diciembre, 23:15 horas
De regreso a casa. Armo bandeja para hornear con papel aluminio (esta idea había sido descartada inicialmente por el temor a que no resista el papel cuando leuda torta). Preparo todos los ingredientes sobre la mesada.

Martes 8 de Diciembre, 23:59 horas
Se me ocurre que le tengo que preguntar a mi mama algo sobre la torta y el horno. Agarro el teléfono. Son las 00:00 - es decir: MICUMPLE!!!!!!!!!!!!!

Miércoles 9 de Diciembre, 00:00 horas

Suena el teléfono. Mami y Papi cantando: Que los Cumplas Feliz... Que los Cumplas Feliz...
Suena el teléfono: Andrelo cantando: Que los Cumplas Feliz... Que los Cumplas Feliz…

Miércoles 9 de Diciembre, 00:30 horas
Horno caliente. Torta lista para meter en el horno. Torta cocinandose.

Miércoles 9 de Diciembre, 01:15 horas
Torta lista. Aparenta que salió bien. Me voy a dormir.

Miércoles 9 de Diciembre, 16:00 horas
Oficina. "Fiestita" de cumpleaños. La torta es un éxito. CUMPLEAÑOS FELIZ!!!!

Conclusión: No es fácil, siempre hay obstáculos... pero con perseverancia, triunfaras!!!





martes, 29 de septiembre de 2009

Peor es Nada

Hola a todos! Esta vez escribo desde Filipinas, por suerte no me agarró el thyphoon, así que estoy sana y salva!!! Toy aquí trabajando con un banco de microfinanzas.

Aprovecho la oportunidad para compartir con ustedes una nota que he escrito con un colega sobre la crisis financiera y estrategias que pueden adoptar las pequeñas MFIs para reducir su vulnerabilidad. La nota puede ser encontrada aquí.

Saludos a todos y espero encontrar tiempo para escribir un poquito mas! El poco tiempo que me deja el trabajo lo estoy usando para aprender a bucear! :-)

Besos

viernes, 7 de agosto de 2009

Parathas con Sal*

*Paratha es un tipo de pan en la india, bastante parecido al pan árabe, pero distinto.

En mi trabajo en India me toca viajar prácticamente todas las semanas del mes. Si decido ir a visitar algún sitio turístico durante el fin de semana, entonces más aun. En promedio, debo haber tomado aproximadamente 6 aviones y 4 trenes por mes, teniendo en cuenta que la mayoría de los sitios a donde voy, no tienen conexión directa con el destino de donde parto.

Creo que nunca como hoy me di cuenta de la importancia de tener plata. Y no hablo de tener plata en el banco, o plata en dólares por si las dudas, ni tarjetas de debito o de crédito… hablo de plata de verdad, en moneda local y en la billetera, en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de la vida cotidiana. Hoy aprendí que no se puede confiar más en los cajeros automáticos, que tal como indica la Ley de Murphy, cuando más se los necesita, te fallan.

Hoy tenía que tomarme un tren a las 14:05hs. Por razones diversas, eran las 13:30 cuando hice el check out del hotel y con tal de apresurar el trámite, entregue cordialmente casi todos los billetes que quedaban en mi billetera. A las 13:40 intente sacar plata del ATM (Cajero Automático) ubicado en las premisas del hotel, pero desafortunadamente, el ATM estaba roto… grrrrrrr…

Contando cuidadosamente los billetes que me quedaban, averigüe cual sería el precio justo del viaje a la estación de tren. Luego salí a la calle y me subí a uno de los famosos auto-rikshas sin siquiera negociar el precio – absoluta violación de todos los principios de ser extranjera en la India-, dado que no había ni tiempo para discutir, ni plata para pagar más que el precio anteriormente averiguado (i.e. 50-55 Rupees - poco más de un dólar). Subida al riksha, y rogándole que aumente la velocidad para no perderme el tren, el chofer me pregunta si yo quiero que me deje adentro o afuera de la estación, aclarándome que entrar a la estación costaría unos 80 Rupees. Sin pensarlo ni un segundo y en mi muy buen hindi, le informe al chofer cálidamente que mejor me deje afuerita, que no tenia plata, mas allá de los 50 Rupees que había reservado para pagarle a el. Hubiese estado bueno tener la cámara lista en la mano para captar la cara del chofer cuando le dije que iba a pagarle solo 50 Rupees… Pobre señor… no estaba preparado para la sorpresa: ser blanca en este país implica que hay que pagar al menos el doble del precio justo, salvo arduas negociaciones antes de adquirir el servicio/producto. De todas maneras, estaba preparada para el shock del chofer, y tenía preparados 5 Rupees extra, como margen de negociación, jajá!

Llegada a la estación, con mochila, cartera, y una valija mediana de unos 16 kilos, me despedí del amigo chofer a las corridas y busque en los carteles de la estación el número de plataforma de donde saldría mi tren: “Plataforma 4”. Y hay días que son así, que nadie juega en tu favor… “Plataforma 4” quiere decir que hay que subir la mochila, la cartera y la valija por 3 pisos de escaleras, caminar 100 metros, y bajar de nuevo los bultos 3 pisos para llegar a la correspondiente plataforma. Y si alguno está pensando que si no hay ascensor, rampa, o escalera mecánica… sigan soñando, que en india todavía hay que eliminar demasiada pobreza antes de que las estaciones de trenes sean equipadas con semejante tecnología.

Sin embargo, en India la tecnología puede ser reemplazada por los hombres, ya que los hay en gran cantidad… En las estaciones de tren, y con el único fin de facilitar la carga de valijas de plataforma a plataforma, hay unos señores llamados “kudli” que por una suma módica – unos 10 a 40 Rupees por valija, te llevan la valija. Es un servicio excepcional, disponible en todas las estaciones de tren a lo largo y ancho del país… Pero claro, como la mayoría de las cosas en India, el precio está sujeto a regateo y negociación, y el servicio no resulta tan amigable a 5 minutos de que parta el tren, y con 15 Rupees en la billetera.

Apenas llegada a la estación, uno de los tales “kudli” se me acerco para ofrecer llevar mi valija por 40 Rupees… Confieso que si hubiese tenido plata no lo hubiese dudado, incluso sabiendo que es el doble del precio del mercado. Luego de una breve ronda de negociación con el kudli:

- Kudli: Rs.40,

- Yo: Rs.10

- Kudli: Rs.40

- Yo: Rs.10

- Kudli: (se fue y me dejo sola con las valijas)

Así que corrí a las escaleras, subí la valija los tres pisos (cabe resaltar que también tenía puestas sandalias con taco plataforma de 10cm), camine los 100 metros, baje los bultos por las escaleras los tres pisos, y afortunadamente, el tren aun estaba ahí y me subí a mi vagón, y encontré mi asiento.

Dado el apuro de salir del hotel, tampoco había almorzado, así que me apure a comprarme algo rápido en la estación, y por 11 Rupees me compre dos yogurts.
Eran las 14:05, arranco el tren, y me quedaban 7 Rupees en la billetera.
A las dos horas, por supuesto, me agarro hambre.

Pasó el vendedor de chai (5 Rupees)… y pensé: tomaría un chai, pero me quedarían solo 2 Rupees y seguiría con hambre. Entonces pasó el vendedor de papas fritas… y pensé: el paquete sale 15 Rupees… no me alcanza. Luego paso el vendedor de samosas (empanadas indias)… pensé: son fritas, picantes, y encima salen 15 Rupees… A todo esto el hambre se había acelerado, y decidí averiguar con mis amigos de India cuales son los alimentos que me podría comprar por 7 Rupees, arriba del tren. La investigación resulto negativa, ya que nada de las cosas que podrían conseguirse por menos de 7 Rupees estaban siendo ofrecidas por los vendedores ambulantes de mi tren.

Ahora si, 7 de la tarde, ya casi muerta de hambre me fui a la cocina del tren (muchos de los trenes tienen un vagón “Pantry” donde preparan comida y té). Llegada al “Pantry”, me arreglé para preguntar a uno de los mozos, nuevamente en mi esplendido idioma hindi “Que me puedo comprar por 7 Rupees para comer?”. La respuesta inicial fue “nada”. Por suerte tengo una sonrisa persuasiva, así que tal mozo me llevo a hablar con el cocinero, a quien le repetí mi pregunta:

- Tengo solo 7 Rupees en mi billetera, que puedo comer?

- Cocinero: “NADA”.

Pero como además de la sonrisa, soy muy perseverante, me acerqué al cajero. Entonces, el cajero cedió… y me vendió dos Parathas, con sal.

Lección del día: Salir a tiempo y llevar siempre mucho efectivo en la billetera. Nunca sabes para que lo podes necesitar. De lo contrario, vas a terminar comiendo Parathas con sal.

lunes, 11 de mayo de 2009

Hogar, Dulce Hogar

Después de 10 meses de bañarse con balde y luchar para decidir que comer entre tantas opciones de comida picante y aceitosa, por fin llegué a casa y me pude duchar en la ducha, con tiempo ilimitado de agua caliente. También desayunar mate con medialunas ricas y mendicrim, y cenar asado casero hecho por mamá... pero que los indios no se enteren que comí carne de vaca porque no me van a dejar entrar de vuelta a su país. Pero lo más importante de todo, son los mimitos matutinos de mamá, papá y Andrelo... que no se cambian por nada. Ahora a disfrutar de dos semanas en hogar dulce hogar! (Para los que no se dieron cuenta, quise decir: Estoy en Buenos Aires!)

viernes, 3 de abril de 2009

Día aburrido en la oficina!

Aproveché para poner muchas fotos acumuladas en Picasa: http://picasaweb.google.co.in/lewindiana

Disfruten!

El Camino a Casa (de Lucknow)

Hace poco escribí que el ser humano se acostumbra a todo… bueno, no es así. Hay cosas a las que uno no se puede acostumbrar, y te siguen doliendo en el alma más allá de cuantas veces se repitan.

De la oficina a mi casa, y de mi casa a la oficina, hay 1 km. Una persona normal pensaría que no muchas cosas pueden pasar en tan corta distancia, en unos 15 minutos de caminata… pero a mí se me ha vuelto un infierno.

Todos los días cuando estoy en Lucknow, intento camir tranquila de mi casa a la oficina, y de la oficina a mi casa. Pero no me dejan. Hay una nenita, tendrá unos 10 años y es hija de la calle. Todos los días, al verme pasar, se empeña a pedirme limosna. Yo no le doy nada. Entonces me empieza a perseguir. Camina detrás mío hablándome en Hindi, diciéndome algo así como “dame plata para comer”. Y yo pienso: “caí en la trampa, no tengo salida: si le doy plata, quiere decir, que al día siguiente, me va a volver a perseguir; si le compro comida directamente, lo mismo; y si no le doy nada, entonces sigue caminando atrás mio”… y se pone un poquito violenta… y me agarra del brazo, y me sigue hablando, pidiendo, casi gritando… A mí, mientras tanto, se me parte el alma. Y trato de ignorarla, pero no puedo del todo… sigo caminando… 100 metros, 200, 300, 400, 500… y la nena se da por vencida. Y yo respiro profundo, ¡qué alivio!

Pero todavía no llegue a la oficina. Entonces se me acerca un nenito, calculo unos 3 años, también hijo de la calle. Y lo mismo… lo trato de ignorar, intento caminar en paz, pero no puedo… pienso de nuevo: “¿y si le compro comida? ¿y si le doy algo de plata? ¿y si lo intento ignorar?...” y mientras pienso, también camino… 100 metros, 200, 300… y el nene sigue detrás mío… ¿Qué hago? No puedo hacer nada… esta fuera de mis manos regalarle una infancia, el caminar con una sonrisa, o el pensamiento sencillo de ir a jugar a la plaza…

Llegué a la oficina.

domingo, 29 de marzo de 2009

Extraño!!

Me agarró una melancolía de locos... No sé si es porque me saqué el pasaje para ir a visitar Argentina o porque extraño simplemente estar en "casa" y que la gente no me mire como extraterrestre, y poder caminar por la calle sin paranoia... También extraño a mis amigos, la gente que me conoce y me entiende, con quienes puedo hablar de cualquier cosa, a cualquier hora... y en mi idioma!
Hoy a la mañana me desperté con una llamada de un amigo Indio... y dormida le repetí en castellano 5 veces "me desperté con fiaca" y el me decía: ¿What? y yo de vuelta decía en castellano: "me desperté con fiaca"... Se ve que mi corazón estaba en otro lado...

En fin... solo escribí para decirles que extraño mucho.

martes, 3 de marzo de 2009

El Ser Humano se Acostumbra a Todo N°2!!

¿Ya vieron la película Slumdog Millonaire?

El sábado me toco caminar por una de las villas de Mumbai, justo detrás del aeropuerto... por lo que concluí que estaba en la villa de Slumdog Millonaire... emocionante, ¿no?... Digo, caminar por la villa donde se filmó una película ganadora del Oscar... (aunque en India no estan muy contentos... y a decir verdad, hay películas Indias mucho mejores que no llegan a USA o Argentina... pero bue... )

En fin, cuestión que andaba caminando por una de las villas de Mumbai. Me hice amiga de uno de los directores de una organización de microfinanzas con sucursal en la villa, y aproveché que el trabajo me trajo a Mumbai para ver como funcionan las microfinanzas en zonas pobres urbanas, o sea, en las villas... a ver si lo podemos llevar a Argentina, ¿no? Cabe aclarar que durante mis más de 7 meses en India, sólo conocí Instituciones de Microfinanzas (IMFs) en zonas rurales... asi que muy contenta estaba la nena de ir a la villa!

No sé si es que me acostumbre a ver pobres, o los pobres no viven tan mal en esta villa... pero caminar los callejoncitos me pareció la cosa mas normal del mundo. A diferencia de absolutamente todos los lugares que estuve en India hasta el día de la fecha, casi que paso totalmente desapercibida. Y más allá que andaba con 4 acompañantes empleados de la IMF... ni un segundo sentí que mi vida corría peligro, que me podia pasar algo, que me podian robar, o simplemente, que no pertencía... Ni siquiera me puse triste...

¡Ojo! Por favor no piensen que perdí el corazón, porque así como la cabeza, lo tengo pegado y es imposible de perder... Como anécodtica evidencia de que todavía lo tengo, sepan que aún me pongo casi a llorar a diario, cada vez que se me acercan nenitos a pedir limosnas, con ropa que no se lava hace semanas y sin zapatos... pero no sé, en la villa la gente parecía contenta.

Las Clientas en la Villa
Visité unas 5 clientas de la IMF, todas mujeres con un trabajo digno. Una de las mujeres pidió un prestamo para poner un stand de venta de verduras, otra pidió para comprar material para su almacén. La tercer mujer pidió el préstamo para comprar material para decorar las polleras que compramos en ZARA, y la cuarta pidió el préstamo para hacer el material que compra la señora que decora polleras para decorar las polleras que compramos en ZARA. Shock Total.

¡Como se arman las polleras que después nos venden en ZARA! Cada mujer de la villa es encargada de hacer una partecita del trabajo, y así, mientras venden el producto de su trabajo, se estan comprando menos ganancias y relación de dependencia eterna. Esto me shockeo... pero la villa... la villa me pareció normal... Los chicos jugando al cricket, las mujeres comprando comida para cocinar el amuerzo, otras lavando el piso de los callejone, chicos saltando la soga, hombres trabajando... cada persona en la suya... y casas con cuatro paredes y ventilador (imprescindible en una ciudad donde hace casi 30°C en Invierno...)

Así que no sé... me quedé pensando si nllegar a ninguna conclusión... ¿me habré acostumbrado a ver tanta pobreza? ¿Aún así, me seguirá importando trabajar para los pobres? ¿Será que de verdad nos acostumbramos a todo? - No creo... todavía sufro con la comida, asi que no entiendo como podría ser que mi corazón se haya acostumbrado a este país y su pobreza más rápido que mi estómago a este país y su comida... Sólo el tiempo dirá!

Hasta Pronto!

Ahhhhhh y que lindo verlo también a Ben... por fin una cara conocida!

lunes, 23 de febrero de 2009

Me Encontré con Maradona en un Rincón de la India

La semana pasada me fui de viaje a West Bengal. Tenía que visitar una organización en el distrito "24 South Parganas", en un pueblito rural a 2 horas en tren de la ciudad de Calcutta. Parte del ejercicio consitia en visitar a los clientes de tal organización y averiguar que tan contentos estaban con los servicios y el producto ofrecido por la empresa. Disfrazada de India, con mi compañero indio, visitamos la casa de una clienta para encontramos con un grupo de 10 mujeres, todas clientas de la empresa. Ante la pregunta: "Señoras, ¿están satisfechas con el servicio de la empresa?", una de las mujeres, la dueña de la casa, respondió sin dudar: "Porsupuesto que estoy satisfecha, de que otra manera voy a tener en mi casa a una mujer del país de Maradona"... comentario que fue seguido por carcajadas del grupo y el management de la organización que nos acompañaba...

Claro que hubiese preferido una respuesta del estilo "Porsupuesto que estoy satisfecha, la organización ofrece muy buenos productos y son muy cordiales"... Pero NO... A cambio, me fui de la casa de la clienta con el orgullo de ser "la mujer del país de Maradona"...

Y qué mas allá de lo que Diego diga o haga, bueno o malo, inteligente o no tanto, nos hizo famosos en todos los rincones del mundo, y eso no es cosa menor...

¿Qué loco, no?

miércoles, 21 de enero de 2009

Cosas que te Pasan si Estas Vivo (Dianita y Andrelo de Viaje)

A los fans de mi blog, les pido disculpas por la falta de historias en el último mes, es que estuve ocupada viajando con el Sr. Andrelo, quien se ha tomado el esfuerzo de redactar nuestras aventuras e impresiones.
La autora del blog se hace responsable por cada palabra abajo escrita por su hermano, y a
provecha la ocasión para desearles a todos los lectores un muy feliz 2009, lleno de felicidad, salud, y aventuras!!
- Diana (lo que sigue a continuación son las palabras de mi hermano)

Para los que no me conocen, me hago llamar Andrelo y soy el hermano de la autora de este afamado blog.

Le agradezco a la señorita Diana que gentilmente me ha cedido el presente espacio para contarles algo de lo que puede pasarte si estas vivo y viajás por la tierra de los Gandhi.

COSAS QUE TE PASAN SI ESTAS VIVO (DIANITA Y ANDRELO DE VIAJE)

En la India pasan cosas.

Se trata de un lugar de gente extraña, donde lo posible e imposible son posibles.

Lo primero será comprobar la inutilidad de pretender en pocos días entender de qué se trata.
Sacando al turista de lo obvio, no hay 2 personas que vayan a los mismos lugares. Uno escucha y cree que todo vale la pena, se pone a hacer cuentas y llega a la conclusión que para más o menos saber qué es la India, con uno o dos años de viaje quizás se esté cerca.
No es el caso, así que van las disculpas por los comentarios apresurados, o que poco tengan que ver con la realidad verdadera.

Lo que sigue es sólo una muestra de lo que las habladurías dicen que puede sucederte, o si se quiere, puede tomarse también por un humilde intento de describir lo posible, e imposible, acerca de la India de las contradicciones, a la que por momentos dan ganas de abrazarla, y al rato de pegarle una buena trompada en la cara. Y que le duela.

Cuentan las habladurías que es posible, y probable, que al llegar uno camine por ese amontonadero de gente que le dicen Old Delhi, y mientras uno intenta no volverse loco y dejarse llevar, sin ser atropellado por una vaca, bicicleta o el carrito del lechero, y cuando no se entiende bien donde se está, puede suceder que se tenga un instante de lucidez y uno se tome 5 minutos y La Virginia es el Té.
Aunque no sea La Virginia y el té venga con leche. Es que los indios toman té, y bienvenido a la India, que se van a tomar más litros de té que en 30 años de vida.

Puede pasar que ahí lo veas al "Chai-walla" (lease chai=té y walla=muchacho, o bien "muchacho del té")
mezclar sus brebajes y servirte el té en su carrito en medio de la calle.
Te van a pasar 2 cosas, una será creer que en la India el té es algo mágico, para después comprobar que los hay buenos y no tanto, y lo segundo será darte cuenta que sos un extraño, lo vas a ser y te van a mirar más de lo acostumbrado. Y cuando hablo de mirar digo fijo, y a la cara.
Y cuando digo más de lo acostumbrado, digo siempre. O casi.

Así como en Argentina sólo se necesitan formar los dedos de determinada forma para que te sirvan un café expreso, en la India con decir Chai te va a tocar un té con leche, aunque Chai sólo quiere decir té y pueden existir otras variedades, como el té con limón y jengibre. Eso sí, el té es dulce o no es. Uno supone que el preguntar cuantas cucharas de azucar es una costumbre moderna que aún no llegó a la India.
Algún Baba (lease sabio) te va a explicar que el té con leche tiene el color de la piel, y que eso ayuda a sincronizarse con lo interior, o algo así, porque el ingles que puede hablar el Baba en el templo hindú no es precisamente lo que uno creía que es el idioma inglés (intentar entender a un indio hablando ingles requiere de un esfuerzo mental al que no siempre uno está dispuesto).

Te va a pasar comprobar que los indios no tienen ni idea que existe algo que se llama Argentina.
Los pocos a los que no les resulta tan extraña la palabra, saben que es un lugar donde se juega al futbol. Y sólo algunos te van a sacar una sonrisa con sólo pronunciar a Maradona.
Estará el que te cuente que su primer televisor lo estrenó en el Mundial 86, y era cuestión de sacar la tele a la calle que la gente se juntaba por la magia del 10. También el que muy serio te explique que sin Maradona, Argentina no hubiese sido campeón. Y si tenés suerte, puede ser que te cruces con el controlador de la torre aerea, fanático de "lawn tennis", que te traiga a la memoria a la gran Gabriela Sabatini. Ahí sí que no podés evitar ser feliz por 2 segundos.
Claro, también estará el que piense que Argentina es parte de Rusia, y cuando le digas "South America", te conteste ... ahhhhhhh, South Africa... and your language is Russian.... (se agradece a los lectores que imaginen el tono indio para figurarse lo anterior).

Vas a comprobar que a la India todavía no llegó el concepto occidental de lo politicamente correcto, y te vas a acostumbrar a que te hagan las preguntas más extrañas, desde cual es tu sueldo a la tercer pregunta pos-saludo, hasta cual es la moneda en Argentina.
Incluso puede sucederte que un niño te pregunte de que casta sos, y una hermana tuya, con su habitual delicadeza, es probable que le diga que en nuestro país no hay castas, que todos somos seres humanos. El mismo niño, aún sin captar la respuesta, y sólo para saciar su sed de conocimiento, insistirá en preguntar sobre cual es tu dios... No, por supuesto que serás incapaz de resumirle 30 años de incertidumbre existencial. Probablemente no se te ocurra nada mejor que decirle "no god".
Habrás dicho lo correcto ? Poco importa, no olvidarse que uno es un extraño, casi extraterrestre, lo que te convierte en un ser inimputable.

Ya fue dicho, tu color de piel te convierte en algo así como un objeto volador no identificado, y te va a pasar que te miren, pidan sacarse fotos contigo, y hasta puede pasar que a tu hermana le pidan un autografo. También puede ser que se te acerque un adolescente, te dé la mano, y te diga que su hobby es saludar a extranjeros.

Te van a explicar que la India es la democracia más grande del mundo, y no podés dudar que es una democracia, tan real que todo vale. Se siente, se percibe, una convicción profunda de democracia no violenta, si no sería imposible vivir en el caos que se vive y no morir en el intento.
A un occidental como uno le cuesta comprender cómo no se están matando entre todos, o cómo es que se puede caminar sin temor a ser asaltado a cada instante.

Si uno es de convicciones socialistas, debe resigarse a que los indios, a su modo, son capitalistas. Está bien, los hay los que andan desposeidos de toda posesión por propia voluntad, pero en la mayoría de los casos, hasta el tipito que duerme en la calle y su negocio es un carrito, anda orgulloso de su oficio y negocios son negocios. Cuando se levante a la mañana, el tipito se va a afeitar, peinar, emprolijar y será uno más entre los pendientes de la imagen y las cosas. Pocas, pero cosas.

Debe reconocerse que el comercio es una tradición milenaria en una zona históricamente estratégica, y todo se negocia, viene en los genes. El tipito va a hacer un rezo con la primer plata del día, y el temor que uno tiene, es que esta gente extraña, tan acostumbrada a rezarle a cualquier cosa, pronto le rece a esos cachos de cemento y mal gusto que son los Shopping Center. Que ya existen, descolgados, con sus carteles en ingles y los mismos logos conocidos.

A la India le falta Rocanrol, vieja.
Un John Lennon le vendría muy bien a esa sociedad conservadora, donde el tema de conversación de los jovenes es si tal o cual se casó por amor o por arreglo. Con humor machista, al menos debe reconocerse algo de justicia en esos casamientos arreglados, donde la familia de la mujer debe pagarle al novio para casar a la nena. Y puede pasar, me han contado de casos, donde la familia del novio considera insuficiente la propuesta, y eso que las indias solteras no son tan fuleras, sólo se les complica cuando engordan en la vida escondida de las amas de casa.

En la India, uno se dará cuenta que es un bicho de occidente, y que pese a reconocer la insensatez de considerar un nuevo ciclo el recuerdo del corte al niño Jesús, uno igual quiera festejar el año nuevo cristiano y las únicas opciones sean el hotel más caro, o fiestas donde sólo se aceptan parejas.
Ni hablar si se quiere tomar una cerveza, lo que puede resultar una odisea que termine por ganarte por cansancio. Resignado, lo más probable es que termines cenando en el restaurante más occidental posible, y así descubrir la locura india del festejo, que consiste en apagar las luces a las doce... prenderlas doce y un segundo... y después... claro, seguir cenando, si a eso se fue.

Y los nenes con los nenes, y las nenas con las nenas. Y si digo nenes con nenes, hablo de ver por la calle hombres de la mano, o abrazados.
Quizás sea por la falta de niñas hasta los casorios, quien sabe.

Muy seguido pasará que uno se sienta absorbido por el caos, y en esos momentos es cuando suele aparecer un indio buena gente. Es que negocios son negocios, y la viveza no es sólo criolla, y cuando el "Ricksha-Walla" te quiera cobrar el triple por portación de cara, es probable que aparezca otro indio que negocie por tí la tarifa. Y el mismo "Ricksha-Walla", si se lo saca de la pelea por el precio, quizás te ayude a encontrar la parada del omnibus, discretamente escondida en un lugar imposible.
Puede ser también que andes por un pueblo, te cruzes con el Chai-Walla que hablaste por la tarde, recuerde tu cara y te invite con un chai en el puesto de otro Chai-Walla, porque el suyo ya cerró.

Quizas en algún lado te pase sentirte en otro país, sentir que no es la India, que por ejemplo estás en el Tibet, la tierra de los budistas que siguen las enseñanzas del Dalai Lama.
Y puede ser que conozcas un par de pibes tibetanos, que a los 20 años han dejado atras familia y pasado, y han peregrinado un mes por los himalayas, durmiendo en cuevas por el día, caminando en la nieve por las noches, esquivando balas chinas y cadáveres de compatriotas tibetanos.
Los niños te van a contar que están terminando la primaria, aprendiendo su idioma y el ingles, que uno quiere ser maestro y el otro psicólogo, que el problema es con el gobierno chino, no con su pueblo.
Te vas a enterar que los tibetanos, cuando los chinos los están torturando, rezan y se compadecen del sufrimiento en el alma de sus torturadores.
No, por supuesto que tu mundo no puede ser el mismo que era después de conocer esos pibes, sus historias, sus sonrisas, o las carcajadas del Dalai Lama arreglando relojes.

Y si anduviste por el Little Tibet, vas a querer volver a la India real y sus mil religiones, mil idiomas, mil pueblos.
Te vas a enterar que existe una religión que son los Sikhs, que son el colmo de la buena onda, aunque algo en su mirada te haga sospechar que mejor es tenerlos de amigos, que son buena gente, pero que ni se te ocurra joderlos, y sino preguntale a la memoria de Indira Gandhi.
Y si alguien alguna vez te hizo sospechar que la India es el Taj Mahal, no le creas, date una vuelta por el templo dorado de los sikhs y ahí sí vas a percibir la fuerza que puede tener un lugar.
Y si la burocracia no te permite dormir en su templo, a no preocuparse, ya que algún guardia tendrá algún hermano, que seguramente va a tener una pieza, que puede que la tenga a disposición de desconocidos y casi seguro que no pida plata por ello, tan sólo que la recomiendes a tus amigos.

Y si por algún segundo tu mente occidentalizada y perversa se pone a comparar la riqueza del templo dorado con las hipocresias de los techos vaticanos, el comedor comunitario del templo, abierto a cualquiera que pase por ahí, que da de comer estimativamente a 50.000 personas por día, te va a despejar cualquier duda. También puede pasarte que quieras comer y compruebes la dignidad del menú.

Si, dije 50.000 personas por día, lo que no fue dicho es que debe ser el lugar más limpio de la India.
Lo repito, por si acaso alguno de ustedes es gobernante, o tiene intención de serlo, en la India existe un comedor comunitario que gratuitamente le da de comer a 50.000 personas por día, así que por favor no me digan que debemos resignarnos a ver niños con hambre.

Puede sucederte que te sientas parte de una fábula, la del elefante encadenado.
De pequeño, en el circo lo atan a una simple estaca. Intenta desatarse una, dos, cien veces.
Es débil, se acostumbra a la prisión . De grande, ni se le ocurre que ya tiene la fuerza de su libertad.
La india es fabulosa, de fábula.
Son tantos elefantes...

Las cadenas puede que te recuerden a Carlitos Marx y su teoría de que la historia ante todo es económica. Porque al fin y al cabo, ni el budismo ni el sijismo hubieran nacido si no fuera como oposición al sistema de castas propio al hinduismo.
En cierta forma, puede decirse que hasta la espiritualidad y las buenas ideas son hijas de un determinado estado socioeconómico. Acaso existiría el budismo si la India siempre hubiese sido una sociedad igualitaria, sin intocables ni brahmanes ?

Y no podés no seguir en las mil religiones, sus creencias, diferencias. Es que son todas distintas, lo único en común es que hay que sacarse las zapatillas al ingresar a sus templos.

Y si seguís con el hinduismo, sabrás que se le reza a lo ríos. No, aunque hagas un esfuerzo mental, no le ves menos lógica que rezarle a cruces o libros.
Y se creman, los cuerpos se creman. Te preguntarás si acaso los hindues no seguirán las enseñanzas del filósofo Julio Grondona, alias "todo pasa". O cómo hacer para no perdonarles cierta desidia por la historia, la memoria, si hasta sus cuerpos son cremados y la existencia es sólo pasajera.
Claro, todo pasa.

Vas a comprobar en la India a un pueblo genéricamente pacífico, no por nada Gandhi está en todos los billetes, el de 5, 10, 20, 50, 100, 500 y hasta en el de 1000 rupees.
Pero el ser humano es humano al fin, y cada tanto la India se ve complicada en algún cacho de muerte. El lío de hoy, y de siempre, es con Pakistán, una frontera en permanente tensión, al borde de la guerra.
Ya fue dicho, los indios suelen ser pacíficos, o algo así, o como hacer para explicar la ceremonia que día a día se celebra en la frontera, donde por un rato se abren las puertas, y unas cuantas miles de personas del lado indio se ponen a cantar y bailar canciones de tinte nacionalista. Los pakistaníes hacen lo mismo, son algunos menos, quizás unos 5.000 - 10.000.

Eso es ser pacífico ? Quien escribe no tiene la respuesta, sólo puede decir que es mucho, pero mucho más divertido apreciar un espectaculo de hinchadas al estilo Feliz Domingo
que el espectáculo de los fuegos artificiales de la muerte.
Semejante espectáculo puede que te ayude a re-valorizar al deporte como farsa de la guerra. Porque no nos confundamos, aunque ganarle a los ingleses siempre tenga un gusto especial, es mucho más divertido que sea en una cancha de futbol, y no en esa isla.
Es probable, puede suceder, que al volver a tu casa alguna borrachera te acompañe, y sueñes, te imagines, si no será cuestión de mandar a Silvio Soldán a la Franja de Gaza. Quizás cantando, bailando, arreglemos esa historia.
Si, seguro es cosa de borracho.

Te dirán que la India es la tierra del Yoga. Probablemente seas incapaz de afirmarlo, solo verás la palabra en sitios turísticos.
Comprobarás que en la India el inodoro occidental es un invento moderno, aún escaso. Es que los indios viven en posición cagadora, la que se utiliza en las letrinas. Ah, claro, quizas sea que el yoga es parte de sus genes, sus historias.

Puede ser, es probable, que al andar por la India del caos, te sientas algo abrumado y quieras irte a la playa, escaparle a las vacas. Y te tomarás un avión, llegarás a ese pedazo de occidente que le dicen Goa, dirás que no, que es demasiado, seguiras por las rutas, volverás a la India real. Y llegarás a la playa, tranquila, brillante, hermosa. Por supuesto, ahí también te cruzarás con vacas buena onda (y playeras).

No, no hay otra forma de terminar el relato sin pensar en las vacas, que se extrañan, porque no es lo mismo una vaca sagrada que un asado entre amigos. O sí, quien sabe.
Y las vacas puede que simbolicen lo distinto de la India, un país de pobreza y dignidades, incapaz de caer en la tentación de matarlas.
Y uno, tan débil, tan humano, sabrá que seguirá disfrutando de asados, aunque no podrá dejar de querer a ese pueblo incapaz de esa muerte, aunque sólo sea por costumbre y creencias, algo absurdas, pero no menos que otras invenciones del hombre, tan justiciero, matador y que encima se asombra de un pueblo que cuida a sus vacas.

Namaste ... y Sat Shri Kal .... y Tashi Delek ...
(Saludo en Hindi, Punjabi, y Tibetano, respectivamente)